14.3.18

DERECHO A LA VIDA, ¿POR QUÉ NO LO QUIEREN?

Al incluir en una constitución el derecho a la vida, saben que eso elimina al aborto y a la eutanasia

A los retardatarios que se autodenominan “progres”, les alarma que en una constitución aparezca el derecho a la vida, les horroriza. ¿Por qué? Por dos razones, la primera es porque destruye el libertinaje para matar bebés en el vientre materno, y la segunda es porque también destruye la excusa para matar enfermos y ancianos, no por su bien sino porque les estorban. Aborto y eutanasia, pues.

Al incluir en una constitución el derecho a la vida, saben que eso elimina al aborto y a la eutanasia. Y no les gusta. No les gusta porque ambas atrocidades sirven para librarse de vidas humanas que les estorban, que les echan a perder sus planes de confort.

Hablan de un supuesto “derecho a decidir”, pero no han podido rebatir el argumento de que es una decisión de matar o dejar vivir a una persona en gestación. Dicen que se trata de decidir si se es o no madre, pero la mujer es madre desde el instante que se embaraza por la vida que inició en su vientre.

No hay manera de defender al aborto, saben muy bien que es matar un ser humano, una persona. No han podido demostrar que el ser recién concebido no es persona, sus intentos de convencer a la gente de que es aceptable matarle es solamente una serie de tentativas de adivinar cuándo eso que consideran “montón de células” empieza a ser persona. A ninguna le atinan, porque siempre la razón nos dirá que es desde el momento de la concepción que hay un nuevo ser humano, diferente de su madre, aunque esté en su seno.

Tampoco han podido demostrar que la eutanasia es algo en favor del enfermo o incapacitado. El mundo está pleno de casos en que el haber practicado la eutanasia ha liberado de cuidados debidos… y de costos en dinero a quienes la obtienen para sus seres dependientes, sobre todo en estado terminal.

La facilidad con que se mata abortando sobre todo, es lo que no quieren perder, porque como digo, saben sin reconocerlo públicamente, que la vida en el seno materno es una persona que matan. Todos los argumentos a favor del aborto son fácilmente rebatibles y por eso en general no les gusta discutir el tema. Simplemente se aferran a sus dichos y posiciones pro-aborto, pero no discuten, si lo hacen pierden.

Algo más, muchos de los que luchan contra el derecho a la vida disfrutan de enormes negocios con los abortos, y saben que esas inmensas riquezas que ganan las perderían. Lucran con la muerte, y no están dispuestos a dejar de hacerlo.

Constantemente se les recuerda que sin el derecho a la vida los demás derechos humanos no tienen sentido; los muertos no pueden disfrutar de ningún derecho. Este argumento ni siquiera intentan rebatirlo.

Esos “retros” que se autodenominan “progres” no intentan convencer a los Estados nacionales de que eliminen el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural de sus constituciones y legislaciones, saben que no tienen argumentos. Por eso recurren a las amenazas, las represalias. No tienen ningún recurso que obedezca a la razón.

Poner en primer lugar de la ley el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, les resulta así inaceptable, no presentan argumentos pro-muerte con razones humanitarias, porque no las tienen, no existen. Así que reconocer ese derecho primigenio a la vida les impide liberarse de las “cargas” de embarazos indeseados y de enfermos que atender. Así es de sencillo.

Por: Salvador I. Reding Vidaña


Fuente: Catholic.net 
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